A Pepe Rodríguez le estimulan para su creación sus propias experiencias, tanto del día a día como de experiencias pasadas. Tanto lo emocional como lo espiritual de su vida se materializan en obras cargadas de simbolismo y mucha ironía.
Utiliza tanto la tecnología como los profesionales técnicos como herramientas en el desarrollo de sus trabajo. En algunos casos, además de emplearlos como medio, llegan a jugar un papel fundamental en su obra, utilizándolos meramente como envoltorio del mensaje que desea transmitir.