El próximo martes 5 y miércoles 6 de marzo de 2024 tendrá lugar el Salón de Actos del Ateneo de Málaga el Ciclo ‘La memoria agradecida. Juan Planelles, científico español en la URSS’, organizado por Presidencia, la Academia Malagueña de Ciencias y el IES Vicente Espinel (Gaona).
Martes 5 de marzo. 19 h
Juan Planelles Ripoll. Algunas notas biográficas.
Rafael Maldonado Majada. Profesor de Historia.
Semblanza de un científico olvidado.
Dr. Juan de Dios Colmenero Castillo. Médico experto en Enfermedades Infecciosas.
Presentan: Miguel Tello, presidente Ejecutivo del Ateneo. Fernando Orellana Ramos, presidente de la Academia Malagueña de Ciencias.
Miércoles 6 de marzo 19 h
El Instituto de Málaga en los inicios del siglo XX, crisol de la edad de plata malagueña.
Víctor M. Heredia Flores. Historiador.
El exilio español en la Unión Soviética.
Fernando Arcas Cubero. Doctor en Historia por la Universidad de Málaga.
Presenta: Miguel Tello, presidente Ejecutivo del Ateneo y Julia del Pino y Pino, directora del IES Vicente Espinel, (Gaona).
El verano del pasado año se cumplieron cincuenta años del fallecimiento de Juan Planelles Ripoll, insigne médico y científico, en Ochamchire, a orillas del mar Negro, en la que fuera República Socialista Soviética de Georgia.
Nacido en Jerez de la Frontera en 1900, su apasionante vida transcurre paralela a los grandes acontecimientos de la vida española y europea de los primeros setenta años del siglo. Tras cursar un excelente bachillerato en Málaga, termina a muy temprana edad sus estudios de medicina en la Facultad de San Carlos de Madrid con el Premio Extraordinario en el Grado de Licenciatura, logrando un año después el título de doctor con la máxima calificación y siendo elegido poco después miembro correspondiente de la Real Academia de Medicina.
Juan Planelles se integró muy pronto en una brillantísima generación, formada en los mejores centros de estudio y de investigación más allá de nuestras fronteras gracias al impulso de formidables instituciones, como la Junta de Ampliación de Estudios, cuyas contribuciones estaban a punto de situar a España a las puertas de la Europa moderna y civilizada. Durante la Guerra Civil, fue el máximo responsable de la Sanidad Militar del Madrid acosado por los rebeldes; participó en el gobierno de Negrín como Subsecretario de Sanidad y, por último, desde París, fue el responsable español del Comité Internacional de Coordinación de ayuda a la España republicana.
Exiliado a la Unión Soviética, logrará importantes éxitos en la lucha contra la disentería, que resultarían decisivos para la URSS durante la segunda guerra mundial. Trabajó hasta su jubilación en el Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, principal centro de investigación médica de la URSS, donde creó el departamento de Patología Infecciosa y Terapia Experimental de las Infecciones, que con el paso del tiempo se convertiría en uno de los más importantes de la institución. En él llevó a cabo una gran labor de investigación científica, centrada en el estudio del tratamiento de las infecciones bacterianas, en la síntesis de nuevos antibióticos y, especialmente, en el conocimiento de sus efectos secundarios, materia en la que era considerado una autoridad mundial. Autor de una considerable obra científica de gran valor para la medicina, formó a numerosos profesionales de la ciencia.
Miembro numerario de la Academia de Ciencias Médicas de la Unión Soviética, fue condecorado en numerosas ocasiones, llegando a ser propuesto, por dos veces, candidato al premio Lenin.
Su compromiso político se mantuvo en el exilio: afiliado al PCE desde 1932, perteneció a su Comité Central y advirtió en repetidas ocasiones de los enormes riesgos de una guerra nuclear. Las terribles circunstancias de la Guerra Fría le impidieron cumplir su sueño de regresar a España. Su vinculación con Málaga es muy relevante. Estudió el bachillerato en el Instituto General y Técnico de Málaga, donde obtuvo Premio Extraordinario en la sección de Ciencias. En las aulas del Instituto de Málaga coincidió con algunas de las personalidades más brillantes de la intelectualidad malagueña de las décadas venideras.
Su padre fue director del Hospital Militar de Málaga en la segunda década del siglo XX. En Málaga vivieron hasta su muerte la mayoría de sus hermanos y sus padres, y Málaga fue el paisaje familiar y geográfico al que Planelles siempre quiso volver.
Más de cincuenta años después de su muerte, Juan Planelles Ripoll es un perfecto desconocido en nuestro país. Y, sin embargo, tanto la historia de la ciencia como la historia del exilio de la España del siglo XX estarán inacabadas hasta que su figura –como la de otros muchos, también grandes olvidados- se recupere.
La entrada al evento es libre hasta completar aforo.