El Ateneo de Málaga inaugura, el 14 de abril a las 20 horas, en la sala Pérez Estrada del Ateneo, la exposición del artista Juanjo Fuentes Mira si estamos contentos, que el pito de la olla exprés no se para ni un momento.
Juanjo Fuentes es un creador de ficciones mínimas. Su vida artística se configura desde una posición fuertemente arraigada en la implosión creativa que surge a principios de los años ochenta en España y, posteriormente, en Málaga, su ciudad natal.
Juanjo es un amigo, diría casi un hermano. Siempre me recuerda con cariño la primera vez que vino a mi casa en Málaga, allá por 1985, y vio una cafetera italiana que yo había pintado imitando mármol gris y que le regalé posteriormente. Para mí existe cierta conexión entre este hecho y su delirio por crear objetos de arte. Pero claro, también el hecho de haber iniciado su carrera profesional como sastre de la posmodernidad malagueña, su pertenencia al grupo Agustín Parejo School, su paso por BNV Producciones, su trabajo junto a la galerista Carmen de Julián, sus años de vida en Nueva York como emigrante y no como artista becado institucionalmente; qué berrinches se llevaba con este asunto. Su paso por la edición de objetos de artistas, de cocinero a tiempo parcial, de dependiente en tienda de moda en Madrid, de vendedor de obras de arte, de coleccionista y acumulador de objetos de la cultura popular internacional. Esta faceta de coleccionista se convierte también en obra de arte al singularizarse en su cuidado y colocación dentro de su vivienda privada; no en vano fragmentos de algunas estancias de su casa fueron parte de la exposición en el CCCB de Martin Parr, otro gran coleccionista y observador de lo popular de la cultura inglesa e internacional. Pero ¡qué no habrá hecho Juanjo Fuentes en su vida!
Desde principios de los 2000, Fuentes se dedica en exclusiva a la creación artística, exponiendo regularmente en Madrid, Sevilla, Barcelona o Málaga. La exposición que inaugura ahora en la Sala Rafael Pérez Estrada del Ateneo da un paso firme al introducir de forma literal la cuestión de género. No es que anteriormente no abordara temas en los que se ponía de manifiesto el conflicto de la diferencia sexual. Esto es evidente para cualquiera que conozca su obra. La importancia de los espacios públicos donde las figuras realizan actos sexuales o trabajos comunes, desde barrer a escribir en un ordenador, o transitar placas de circuitos eléctricos o digitales. Pero, muy especialmente parques y bosques en los que las figuras se cristalizan en la posición de quien espera, observa o trabaja. Dos elementos importantes de esta exposición, acordes al contenido que propone, son el color y sus símbolos. En muchas de las piezas que podremos ver en el Ateneo, abundan las banderas y colores que distinguen y representan la diversidad sexual de la que hoy disfrutamos y nuestras leyes protegen y reconocen.
Entre las piezas que podrán verse en esta nueva exposición, despunta una en la que Fuentes retoma con ironía el trabajo artesanal. A modo de pañuelos de bolsillo con adornos primorosamente bordados, se culminan los contornos geográficos de países y ciudades y, sobre cada uno de ellos en colores vivos, los nombres que en cada cultura se da a los homosexuales: Cancos, Sarasas, Apios, Pájaros … Como si se tratara de poblaciones aborígenes, o de exóticas especies florales provenientes de países inexplorados. Podríamos decir que estos pañuelos-mapa recogen el toque de “distinción” masculina que representan, para destacar la diferencia sexual socialmente despreciada, que se pone aquí a disposición del espectador por medio de un irónico giro semántico de “desviación” o “inversión”. Así ocurre también con la pieza de porcelana intervenida “Caballe”, un caballo con botas y penacho, un homenaje festivo a la Drag Queen. También destacan en “Mira si estamos contentos”, dos retratos fotográficos del artista realizados uno por Eugenie Hrotchuk y el otro por Martín de Arriba; dos versiones inéditas del Juanjo más Rose Sèlavy.
Fuentes insiste en que lo que le mueve en su trabajo es el deseo de divertir y divertirse, no queriendo ofender a nadie, y hacer siempre lo que le da la gana. Por eso en esta muestra podrán verse piezas que son una continuación de otras series anteriores, que no están relacionadas directamente con el tema del género que, sin embargo, reconoce como central en este proyecto. Por eso encontraremos lo que el autor llama instantes o imágenes que dirán lo que tengan que decir, al margen de la temática principal de la exposición.
Isabel Garnelo Díez. Málaga, marzo 2023