Chavela Vargas: Tu nombre es libertad

Chavela Vargas hizo suyo el concepto de libertad en un mundo para nada acostumbrado a que una mujer asimilara como propio este concepto tan ligado a la dignidad humana. Artista pionera, vanguardista, transgresora, atormentada, libre. Especialmente libre, da igual el precio que tuviera que pagar por ello. Esta cualidad está vinculada a la poética de Málaga de Festival, a parte de su esencia: potenciar la libertad creativa del tejido cultural y crear modelo de ciudad a través de este ejercicio de libertad.

En sus memorias, Chavela Vargas llegó a reconocer que pasó su vida «entre sueños», afirmación que, en cierto modo, hace referencia a su tormento ligado al alcoholismo, a sus contradicciones, a su inmensa transgresión como artista; a su fuerte vinculación a una tierra, la mexicana, llena de luces y sombras, especialmente, para las mujeres, cuya cultura está ligada al realismo mágico, al pensamiento mágico. Precisamente, este pensamiento mágico, ligó a Chavela Vargas a Federico García Lorca, artista a quien Chavela dedicó parte de sus últimos años; ambos compartieron soledad e incomprensión, digamos que fue su catalizador para orquestar una despedida. De hecho, en el largometraje El ruiseñor y la muerte, de Rubén Rojo, Chavela Vargas se deja ver en su propia transición a la muerte mientras recita algunos versos dedicados a Lorca.

Con estos mimbres, con este eco y su latido, nace la exposición colectiva Chavela Vargas: Tu nombre es libertad, muestra que busca revisar la figura y obra de esta artista desde la mirada de artistas imprescindibles para entender nuestra contemporaneidad, nuestro modo de relacionarnos con la libertad y su presente. muerte, de Rubén Rojo, Chavela Vargas se deja ver en su propia transición a la muerte mientras recita algunos versos dedicados a Lorca. Veintidós artistas han trabajado con estos conceptos para dar vida a este sentido homenaje que podríamos resumir en un todo: «El arte como motor de vida. Como medio y como fin».