«Decidí desechar la fotografía de reportaje e inclinarme a favor de la mística que se esconde en el Camino»
«La primera vez que oí hablar del Camino de Santiago fue cuando una amiga me contó que quería hacer la ruta. Recuerdo muy bien que sólo la idea de peregrinar durante más de 700 Km me parecía algo increíble: suponía caminar cada día 30 km, y por la mañana no saber en dónde iba a pasar la noche. Una idea alocada, pero tentadora, muy tentadora, diría yo. Por eso decidí abordar este tema en mi tesis
de licenciatura. Estudié Fotografía en la Escuela Superior de Diseño de Dortmund, y Walter Sack, profesor mío, me apoyó mucho en este proyecto.
En un principio quise partir armada con mi cámara y hacer yo misma el Camino para poder vivir la experiencia de una manera más próxima a la gente. Por eso, animada por mi profesor, decididí desechar la fotografía de reportaje e inclinarme a favor de la mística que se esconde en el Camino. Entonces, me puse a buscar historias, mitos y leyendas sobre el Camino y encontré una gran variedad.
Por lo tanto, mi primer viaje por el Camino de Santiago tuvo como propósito la búsqueda de viejos testimonios y de historias seculares. Me interesaba sobre todo captar el ambiente que se respira en el Camino y que se aprecia en las historias.
Me interesaba sobre todo captar el ambiente que se respira en el Camino y que se parecía en las historias. No hace falta llevar mucho tiempo recorriendo el Camino para poder apreciar esta atmósfera mística. Gracias a la invitación de la Xunta de Galicia y el Xacobeo pude hacer más fotos de Santiago de Compostela. Para mi esta ciudad es la más hermosa que tuve ocasión de visitar y sigo cautivada por su arte, su arquitectura y la atmósfera que se vive en ella. Le agradezco a la Xunta de Galicia y el Xacobeo su gran apoyo y la posibilidad de exponer mis fotos ante el público en general. Me gustaría dar las gracias a Francisco Singul y a Jesús Asorey.
Me alegro mucho de haberlos conocido. Espero haber sido capaz de reflejar en mis fotos lo que algunos pudieron sentir en el Camino de Santiago».
Silvia Steinbach