La muestra es una experiencia entre el pasado y el presente. Las obras de Alejandro Montiel nos llevan de viaje al Salón de París del siglo XIX, y al mismo tiempo sus contenidos nos arrastran a la contemporaneidad a través de una mirada crítica, sarcástica, irónica y emocional. La exposición está compuesta de veintidós obras creadas ex profeso que recorren el proyecto vital del artista.
Alejandro posee una impecable técnica al óleo, una magnífica paleta y una destreza en las luces que hace referencia a los grandes maestros. El lenguaje empleado por el artista en sus creaciones está compuesto por un imaginario que proviene de la investigación de la iconografía popular cinematográfica y de la historia del arte, y de la búsqueda de elementos disruptivos con los que elaborar el discurso que lo caracteriza. Alejandro vuelca su técnica y narrativa en temáticas como el retrato, la escena cotidiana, lo erótico, el bodegón, la iconografía religiosa y los animales.
Dentro del recorrido expositivo hallamos emociones que nos pueden marcar sonrisas en los labios, pellizcar el estómago y hacer sonrojar las mejillas. Alejandro nos lleva de viaje a través de su proceso creativo con comparadas donde nos dan la bienvenida grandes formatos con composiciones realmente juguetonas y divertidas llenas de matices y colores vibrantes. Nos encontramos frente a piezas en blanco y negro donde los elementos cotidianos se convierten en elementos disruptivos dentro de contextos como una escena bélica o de salón. Destacan el cuerpo, la sexualización y lo erótico cómo grandes protagonistas. Encontramos el desnudo en algunas ocasiones como llamada de atención dentro de contextos sociales normalizados, y al mismo tiempo el cuerpo y el juego erótico están presentes cómo expresión en sí misma, rompiendo tabúes todavía hoy perpetuados por una sociedad de doble moral que por un lado los incentiva y por otro los niega y oculta. Destacan piezas que muestran una mirada cruda y crítica hacia la hipersexualización con el uso de iconos populares que pertenecen a la memoria visual infantil combinados con situaciones eróticas explícitas. Y también relevantes las paradas en los pequeños formatos donde el retrato, tipología destacada dentro de la trayectoria del artista, arroja su particular visión de la juventud y la actualidad.
Alejandro Montiel es un pintor profesional formado académicamente que ha desarrollado su trayectoria gracias al sistema alternativo de espacios dedicados al arte y la cultura fuera de la red museística e institucional. Cómo la mayoría de los profesionales creadores tiene que mantener una doble dedicación para su sostenimiento básico. Al mismo tiempo tiene que crear su avatar dentro de lo que se llama “comunicación” y obtener los “seguidores” suficientes para obtener valor dentro del mercado. Este proyecto es una muestra de capacidad y tesón para seguir hacia adelante dejando de lado la inercia establecida dentro del circuito del arte.
Going Back Forward es una exposición para poner en valor y, por encima de todo, disfrutar de la obra de Alejandro Montiel.
– Sara Sarabia.