Bajo el título “Más amenazas que promesas”, Charo Carrera continúa la trayectoria de su trabajo, caracterizado por su observación del ser humano y de su constante conflicto consigo mismo y con la naturaleza.
“He aquí llegado el tiempo en que las catástrofes humanas se añaden a las catástrofes naturales para abolir todo horizonte” – Annie Le Brun
Estamos construyendo un mundo que se tambalea entre residuos: esos deshechos que no sabemos dónde tirar, ya sean orgánicos, químicos o de creencias, ideas.. Despojados poco a poco de lo que nos une sensiblemente al mundo, nos encontramos ya solos e indefensos, anestesiados y adaptados a las agresiones para… protegernos?. Nos desentendemos del mundo o fundamos con todo el cinismo asociaciones y sectas para acallar nuestras conciencias y conseguir titulares, cayendo una y otra vez en lo mismo que decimos combatir. Sobrevuelan nuestras cabezas la violencia, el clasismo, la manipulación, el machismo, y nuestra arrogancia nos da derecho a la contaminación y sobreexplotación de los recursos naturales, a torturar a los animales y a despreciar a las personas que no piensan ni son como nosotros.
Dejamos que las ciudades y los continentes tengan la misma marca, el mismo aspecto y los mismos trapicheos que acaban con sus culturas, y hemos conseguido que una obra de arte pierda su halo sorprendente y sobrecogedor, porque necesitamos un texto que lo explique. En tanta mediocridad sólo importa la cantidad y no la calidad, y la crítica social o filosófica acaba por ser una música de acompañamiento, sin eficacia alguna y que sólo sirve para procurar buena conciencia a quienes la comparten. Demasiados sucedáneos, demasiado infantilismo, demasiados residuos. Demasiada ceguera.
Pero …. silencio porque, como dijo Virginia Wolf: “Si te paras a protestar, estás perdida»
CHARO CARRERA. Nacida en Palencia. Trabaja y reside en Málaga. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid.
Artista multidisciplinar, cuyo espíritu arqueológico y de investigación la llevan a descubrir, reciclar, abrir nuevos caminos creativos. Pintura, dibujo, escultura, fotografía, vídeo, land-art e instalación son sus medios de expresión. Su trabajo se caracteriza por la observación del ser humano, de su constante conflicto consigo mismo y con la naturaleza, cuya estructura admira, siguiendo sus enseñanzas y estudiando la similitud de su organismo con las relaciones humanas y familiares, generalmente en clave femenina.
Así quedaba explícito en sus exposiciones individuales en Madrid, Cuenca, Palencia, León, Almería o Málaga, Italia, Holanda, Francia y Alemania, con títulos como “Los cautiverios”, “Los desarraigados y otros seres”, “La vie rêvée des anges”, “Tempest”, “Ancha es la vida”, “Estar en otra parte”, “El Legado de Egeria”, o “La fría Intemperie”, por citar algunos, o su obra “Enredada” que obtuvo el Premio de las Bodegas Enate 2020. También su “Fuente Marmoleda” 2002, instalada en el pueblo de Genalguacil, reflejaba su admiración e inquietud por la flora y fauna de la Sierra Bermeja. “El Proyecto Fénix” comenzó con la visión de un libro litúrgico incinerado y entero molecularmente en el vertedero del cementerio de León, y marcó toda su serie “Fénixa, la Biblioteca de fuego”, que presentó en 2015 en el Archivo Municipal de Málaga, señalando la resiliencia como fuente de conocimiento. Sus trabajos de Land Art son la fusión de sus lenguajes, destacando “La blessure-la herida”, en los bosques de Boujean, Biel-Bienne de Suiza, “Las Lavanderas” en Cantabria o su última intervención “La Voz de la Sangre” en el Bosque de Valdelarte, CAN de Huelva.
En su Intervención “Si yo, Si tú” en Centre Pompidou de Málaga, 2020-2021, insistió en la necesidad de cambio de una sociedad equivocada, con un sentido crítico que había comenzado años antes con su Instalación “Las Mensajeras Solitarias” 2011, presentadas en el Jardín Botánico Histórico La Concepción de Málaga, lanzando en cada una de las 44 piezas, mensajes que hablaban de la incertidumbre, de la soledad, de la violencia, de la belleza y desorientación del ser humano.
