Desde el 3 de noviembre se puede visitar la VIII exposición colectiva de la Sociedad Fotográfica de Málaga en los espacios expositivos de la primera planta del Ateneo de Málaga. Una muestra de 68 fotografías seleccionadas por un jurado de expertos, de entre las cientos presentadas a lo largo del año por los socios de la entidad.
Este año con el aliciente de ser una exposición solidaria, ya que los artistas han donado las obras a beneficio de CUDECA y a su campaña “Únete al efecto Girasol”. Las fotografías se han valorado en 75€ y aquellos ciudadanos que quieran colaborar deberán hacer una donación por ese valor al Bizum de la Fundación Cudeca 00206 , concepto “SFM Efecto Girasol”, y podrán recogerlas a partir del día 10 de enero, una vez clausurada la exposición.
«La fotografía escribe un instante de luz y de sombra. Encuadra el secreto de un relato y pronuncia su apertura sensorial para que la mirada del espectador continúe, explore y complete la historia. A veces la fotografía es la metáfora de un poema que nace en la pupila de quién observa y recrea aquello sobre lo que dispara. También puede ser un poema en sí mismo acerca de la fulguración de un instante que enseguida se desvanece. La fotografía no renuncia a disfrazarse de pintura del inconsciente, de la emoción, de múltiples tiempos, de lo que la imaginación evoca, de la técnica que le permite crear un espacio, un volumen, un color, una transrealidad y su paisaje. Siempre que la fotografía me mira me resulta imposible no mirarla a ella. Ambos sabemos que la seducción nos atrapa en tres sentidos: el que emana de lo que sus imágenes me narra, el que me provoca interrogantes y reflexiones en torno a la magia de su naturaleza de arte y el que uniendo uno y otro hace que yo le cuente a la fotografía lo que leo en ella. Creo que ese juego es el que nos mantiene enamorados.
No sé resistirme a sus encantos. A buscar cada vez algo nuevo en su misterio, en su dominio, en lo que transmite y en lo que oculta. Sí, porque la fotografía es igualmente la pericia del ilusionismo, y si no hay truco hay trato pero prestidigitación siempre. Aunque lo que a mí más me gusta es contarle al oído lo que me provoca. Lo mismo que en esta exposición de la que comparto por escrito nuestro diálogo».
Guillermo Busutil