Las imágenes expuestas en el Ateneo son una selección de 40 fotografías, desde la Guerra de Secesión americana hasta los conflictos del principio del siglo XXI, contenidas en el libro del mismo título cuya selección e introducción está realizada por el fotógrafo James Nachtwey, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016. Durante cuatro décadas de trabajo en zonas de guerra, campos de refugiados, ciudades arrasadas por terremotos, inundaciones o afectadas por ataques terroristas en cualquier lugar del planeta han convertido a James Nachtwey en uno de los más reputados y respetados fotoperiodistas y reporteros de guerra en activo del panorama periodístico mundial.
En su introducción, James Nachwey escribe (extracto):
Se dice que una imagen vale más que mil palabras. en el caso de un fotógrafo, a esta frase hecha se le puede dar la vuelta: una palabra, aveces, vale más que mil imágenes. “Genocidio”, “hambruna”, “epidemia” -son términos como estos los que dan origen a CICR y de decenas de otras organizaciones humanitarias, que han hecho sentir a los fotógrafos la necesidad de correr riesgos y afrontar penalidades. Aun en el caso de que no la hayamos considerado bajo ese punto de vista., la fotografía documental y la acción humanitaria existen en simbiosis, siendo una de las principales funciones de la primera completar y apoyar la segunda.
Los fotógrafos son muchas cosas a la vez -historiadores, dramaturgos, artistas- y ayudantes humanitarios. Una de sus funciones consiste en poner de manifiesto aquello que es injusto e inaceptable, pues sus fotos constituyen un elemento de cambio. En este sentido, la fotografía es un complemento importante de la actividad de las organizaciones humanitarias.