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Los mejores «Boquerones a la Deriva» de este año Picasso tendrán su premio

Los tres textos elegidos recibirán un ejemplar de la edición limitada y numerada de «DERIVAS. Extravíos en la ciudad del paraíso», con los prints exclusivos de los artistas Chema Cobo y Elo Vega

En «Derivas. Extravíos en la ciudad del paraíso» ciento quince escritores y artistas aceptaron jugar y nos enviaron sus propuestas. ¿Te apuntas? Mira, experimenta Málaga, recórrela de otra manera y cuéntanoslo. Te invitamos a que explores el espacio sin un destino preciso, luego envíanos tu relato, reflexión, poema, performance… inspirado en  algún rincón de la ciudad a: blogateneodemalaga@gmail.com

El texto puede ocupar desde medio folio a tres carillas (letra Times New Roman, cuerpo 12, interlineado 1,5, en documento Word. *Pon encima del texto el título y el nombre o pseudónimo que quieres que aparezca publicado).

Las derivas seleccionadas de las recibidas a lo largo de este año picassiano se irán difundiendo a través de las distintas plataformas y canales del Ateneo de Málaga, y de entre ellas se elegirán tres, que obtendrán un ejemplar de DERIVAS, con los prints exclusivos de los artistas Chema Cobo y Elo Vega. Anunciaremos los nombres de los ganadores a finales de 2023.

Más info sobre DERIVAS en https://ateneomalaga.org/derivas/

Foto: @martinparrstudio

VOCALÍA ACCIÓN LITERARIA

1 Comment

  • Juan Benitez Orejuela
    27/09/2023

    Perdido por las callejuelas de Málaga como turista boquerón, que gusta pasear a las tantas de la noche, por esas calles recoletas de cierros y balcones de panzas como mujer preñada, observando las fachadas de las casas nobles y modestas a la luz de una farola, en el reflejo de una vitrina, con los ojos hambrientos por descubrir un detalle, sea una cornisa, el enrejado de un balcón, una placa olvidada, o el llamador de una puerta. Paseando lentamente por calle San Agustín, Santa Maria, fresca, o pasaje de Chinitas, y otros muchos rincones de la Málaga de mi infancia cuando mi madre me llevaba al médico desde mi pueblo natal. Conservo en mis recuerdos sus olores a jazmín y cagajones, al pescado de las freidurias en cartuchos de papel de es traza. Al parque inundado de arruyo de palomas donde comíamos aquel pescado. Las esbeltas y gigantescas palmeras de la aduana, el cascabeles del coche de caballo que nos llevaba desde el parque al hospital civil. Una memoria que quedó gravada en lo más profundo del corazón, en ese lugar donde guardamos las cosas más queridas de nuestra vida.

    Quiero dar las gracias a Lidia bravo por la invitación a participar en esta iniciativa del Ateneo malagueño. Yo como boquerón madrileño, que lleva a gala el sentir más que el ser malagueño. El nacer no se elige, los sentimientos son los que nos da la identidad.

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