Por MIGUEL LOBO
Sube, baja, vuelve por dónde has venido, las escaleras se suceden como en un rincón alejado, como si de la misma Lisboa se tratara. Cuando miras desde arriba la ciudad parece otra, como si se hubiese vestido más oceánica.
A quien conoces te saluda y pasea dando las buenas tardes como si fuera un ritual de antaño, tú sonríes y te alegras de la cercanía. Esa cercanía que ahora tan lejana nos aparenta las personas que con ritmo militar andan hacia sus destinos con los ojos y la vida puesta en una superficie negra de brillo transparente.
Bajas otra vez y si miras a las paredes los grafitis raídos, pegatinas de ídolos pop y no tan pop se acuerdan de quién quiso dejar su huella en la pared igual que una seña de la prehistoria, y es que a todos nos gustaría ser recordados, como Málaga recuerda las conquistas y las guerras de otros tiempos. Andas sinuoso por una calle que con turistas perdidos y despistados me imagino que se preguntan dónde hay un pub para pedir una pinta de cerveza, o quizás un vino de la tierra para el viajero más exquisito.
Cerca hay una pescadería donde las abuelas buscan sus boquerones y sus jureles frescos ajenas a lo que la ciudad tiene en mente para el futuro. También hay una floristería olvidada por los patines y a las bicis con motor que a veces deja un geranio dormido en la acera que miro con ojos de “hoy te vienes conmigo”.
Todos mis vecinos tienen cerradas las terrazas y yo muero por tener la mía abierta al aire y con sus plantas colgando, destartaladas siendo algunas encontradas cual tesoro en los restos de gente que tira todo sin mirar hacia lo que desecha.
Amo salir a vivir mis pequeñas aventuras de barrio a lo que los encuentros y miradas me puedan aportar, porque yo que he sido migrante reconozco bien mis senderos y caminos y en mi cabeza aún siguen los bares de rockeros y las visitas al Pimpi antes de salir de noche. Esa noche que en el barrio de la Victoria se viste de centro sin ser ella nada de eso.
¡Participa! Las derivas seleccionadas de las recibidas a lo largo de este año picassiano se irán difundiendo a través de las distintas plataformas y canales del Ateneo de Málaga, y de entre ellas se elegirán tres, que obtendrán un ejemplar de DERIVAS, con los prints exclusivos de los artistas Chema Cobo y Elo Vega. Anunciaremos los nombres de los ganadores a finales de 2023.
Más info aquí:
“DERIVAS. Extravíos en la ciudad del paraíso” es un proyecto creado y dirigido por Lidia Bravo y Vicky Molina
VOCALÍA ACCIÓN LITERARIA
